Cómo protegerte del fingerprinting o tu huella digital
Seguro que si lees temas relacionados con informática como mínimo te sonará el término «fingerprinting», también se usa en español «huella digital», pero yo prefiero el primer término ya que huella digital a menudo se usa para referirse también a otras cosas totalmente distintas como tu vida digital y cosas similares.
Por si no lo sabes y de manera muy resumida, el fingerprinting es el rastro que dejas con tu navegador web por las páginas que visitas, ya que, de forma pasiva o activa transmites datos muy variados, no solo la IP que no siempre es un elemento identificativo, también tu región, la configuración del navegador que incluye varios parámetros y hasta el dispositivo que usas, la compañía de telefonía, el tamaño de tu pantalla, etc.
Son una serie de datos que individualmente son muy génericos pero que en su conjunto son suficiente para seguirte el rastro aún sin haber introducido cookies en tu navegador, y con una efectividad, que según dicen en algunos medios, podría llegar hasta un 80% de acierto en las identificaciones de los usuarios usando estos datos.
Obviamente las cookies y los datos que he mencionado anteriormente, son necesarios para el buen funcionamiento de la página web que visites y te aparezca todo correctamente y te presten los serivicios adecuados. ¿Pero todos son necesarios? No, no siempre son necesarios todos esos datos ni muchos menos y es ahí dónde puedes ganar un poco más de privacidad sin perder calidad en ningún servicio.
¿Cómo nos protegemos de nuestra huella digital o fingerprinting?
Pues hay diversas maneras de protegernos, ninguna de ellas al 100% claro está, TOR por ejemplo, el famoso navegador web usado para proteger la privacidad en temas peligrosos como expresar ideas políticas en régimenes totalitarios, protegería muy bien nuestra privacidad y nuestra huella digital, no al 100% pero casi, siempre que se use adecuadamente.
El problema es que TOR no es cómodo para usarlo en nuestro día a día y si lo has usado lo sabes, y si aún no has tenido el placer, te adelanto de que «no es cómodo» es una manera suave de decirlo, realmente es una lata y lastraría tu comodidad y tu productividad si lo usas para temas laborales.
Ahora bien hay alternativas intermedias que nos protegen hasta cierto punto y que no tienen ningún inconveniente ni incomodidad, y para ello están las extensiones que podremos instalar en navegadores como Chrome, lo que me parece absurdo si partimos del hecho de que es de código cerrado y que recopila una cantidad de datos grandísimas sobre sus usuarios. O podemos usar navegadores que estén diseñados para proteger nuestra privacidad y sean de código abierto, es el caso de Firefox y Brave.
Solo que Brave, a diferencia de Firefox, tiene un shield integrado para proteger nuestro fingerprinting, además es un excelente navegador y con multitud de características interesantes.